Fuente: https://www.larazon.es/cultura/historia/20220117/r3ua7azqezbnnl3imo3lr7u7mu.html
Parece que el Gobierno del «no dejar a nadie atrás» no se ha hecho cargo todavía de la popularidad de los clásicos o, conociéndola, tiene interés en ocultarla y, lo que es más grave, en hurtársela a nuestros jóvenes
